miércoles, 1 de agosto de 2012

Solidaridad : Todos para uno y uno para todos - Sinergia : (1 + 1 =3)



Solidaridad
Determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y de cada uno, ya que todos somos verdaderamente responsables de todos.
La solidaridad es uno de los principios basicos para la organizacion social, politica y constituyente de una sociedad, el fin y el motivo primario del valor de la organización social. Su importancia es radical para el buen desarrollo de una doctrina social sana, y es de singular interes para el estudio del hombre en sociedad y de la sociedad misma. Se puede definir como la colaboración mutua entre las personas, un sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobretodo cuando se vivencian experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir.

Sinergia
Es un concepto que proviene del griego "synergo", lo que quiere decir literalmente "trabajando en conjunto". Su significado actual se refiere al fenómeno en que el efecto de la influencia o trabajo de dos o más agentes actuando en conjunto es mayor al esperado considerando a la sumatoria de la acción de los agentes por separado.

Es decir 1 + 1 = 3

Una organización es considerada sinérgica cuando los órganos que lo componen no pueden realizar una función determinada sin depender del resto de los miembros que componen dicha organización. De aquí viene la afirmación aristotélica relacionada con este concepto: “el todo no es igual a la suma de las partes”

En sintesis, como en la novela de A. Dumas, "Los 3 mosqueteros " todos para uno y uno para todos como simbolo de solidaridad  y la famosa maxima, "La union hace la fuerza", como simbolo de sinergia,  ambos conceptos son muy utiles a tener presentes para el diario vivir.

Aqui les copio un  cuento en donde la solidaridad y la sinergia son las verdaderos protagonistas

Érase una vez un soldado que volvía de la guerra. Llegó a un pueblo, un día de mucho frío. Agotado y hambriento, se acercó a una de las primeras casas que divisó y pidió algo para comer. Una humilde anciana le respondió: “No tenemos nada, ni siquiera para nosotros”.

Siguiendo su camino, el soldado probó suerte en la siguiente casa para pedir un trozo de pan.

-No tenemos ni para nosotros, le volvieron a decir.

-¿Al menos, tienen una olla?, preguntó el soldado.

- Sí, tenemos una gran olla de hierro.

-¿Tienen un poco de agua?, siguió preguntando el soldado.

- Claro que sí, le contestaron.

- Muy bien – dijo el soldado - llenen la olla de agua y pónganla al fuego, porque yo tengo una piedra especial, la piedra que hace sopa. Todos se reunieron alrededor del soldado para ver la mágica piedra.

La dueña de casa llenó la gran olla con agua y la colocó sobre una fogata que habían preparado. El soldado sacó una piedra de su bolsillo, una piedra que parecía bastante común, y la arrojó a la olla.

- Ahora, dejémosla hervir, dijo el soldado.

Ansiosos, todos se sentaron a esperar que el agua hirviera. Mientras tanto, otros vecinos curiosos se acercaban a comprobar lo que ya se estaba circulando en el pueblo: había una piedra mágica que fabricaba sopa.

- ¿Podrían darme una pizca de sal?, preguntó el soldado. Uno de los vecinos corrió a su casa y ofreció la sal, que el soldado colocó en la olla. Nuevamente todos se sentaron alrededor de la olla a esperar el milagro.

- Si alguien tuviera un par de papas, le vendría muy bien a esta sopa, comentó el soldado.

- Yo tengo algunas en mi casa, ya las traigo, dijo otro de los vecinos.

Mientras el soldado las colocaba en la olla, contaba las aventuras que había pasado durante la guerra. Al probar un poco con la cuchara, dijo: "Creo que unas zanahorias le darían un sabor más interesante". Nuevamente, un vecino acercó sus pocas zanahorias a la olla.

Mientras el soldado revolvía la preparación, recordaba el rico sabor que su abuela le daba a sus sopas, poniendo un par de cebollas y un ajo. Mientras seguía contando sus historias, sin parar de mezclar y con el pueblo revolucionado con la piedra milagrosa, el soldado seguía consiguiendo ingredientes.

- Ya falta poco, decía el soldado.

Mientras el pueblo se agrupaba alrededor de la olla, un hombre había llegado con dos perdices que había cazado horas antes.

-¡Eso sería excelente!, dijo la mujer del hombre, mirando al soldado buscando su aprobación.

Al fin la sopa estuvo lista: todos pudieron comer de ella y la encontraron realmente deliciosa.

- ¡Qué rica sopa!, dijo un vecino.

- ¡Es una piedra milagrosa!, dijo el cazador.

Todos celebraban el logro de la piedra.

- Siempre que la usen de la misma forma, van a obtener el mismo resultado, dijo el soldado y se las obsequió.

El pueblo, feliz porque no volverían a pasar hambre, despidió agradeciendo el importante obsequio del soldado.

Antes de ingresar al siguiente pueblo, el soldado tuvo la suerte de encontrar otra piedra que hace sopa.

¿Cuál es tu piedra?

Los desafío a encontrar la piedra que hace sopa.

Una persona, independientemente del tamaño o poder, cuenta con recursos (tangibles e intangibles) que, si nos ponemos a mirar con detenimiento, no son muy diferentes a los de otras.
Crisis es oportunidad, pero nadie quiere enfrentarse a una crisis. ¿Será porque nos obliga a salir de nuestra área de comodidad? ¿Será porque nos exige ser más innovadores?

En el camino de la vida, como en el del soldado, siempre encontraremos varias piedras. Lo importante reside en nuestro punto de vista de la realidad.

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